Las drogas de abuso atacan el sistema de
recompensa o de gratificación del cerebro aumentando los niveles de dopamina. Cuando
estas áreas son sobre estimuladas, en especial la área del sistema de
recompensa, se producen los efectos de euforia y de placer que buscan las
personas que abusan de drogas y les enseña a repetir este comportamiento.
Uno de los circuitos de recompensa mas
importante en la relación con la adicción a drogas es el sistema dopaminico
mesolímbico (circuito VTA-NAc). En condiciones normales este circuito controla
la activación del sistema de recompensa para comportamientos naturales como el
comer, interacciones sociales y el sexo. Además, este circuito activa estructuras
del cerebro que controlan la memoria, para que esta actividad se pueda repetir
en un futuro. Muchas veces este sistema es el responsable de que personas
busquen repetidamente la recompensa obtenida mediante el uso de la droga.
Este sistema de recompensa es parte de un
circuito que envuelve otras regiones del cerebro. Estas regiones son las
siguientes: Ventral tegmental area (VTA), centro de
neuronas dopaminicas que le dicen al organismo si un estimulo es gratificante o
aversivo. Nucleus accumbens (NAc), el objetivo
principal de las neuronas dopaminicas del VTA. Esta estructura media los
efectos de recompensa de tanto los estímulos naturales como las drogas de
abuso. Amygdala, forman parte de los centros de
memoria y son importantes para las formas de aprendizaje condicionadas. También
interactúa con el circuito de recompensa para determinar y recordar el valor
gratificante o aversivo del estimulo. Hippocampo, es importante para la
memoria declarativa. Por lo tanto, establece memorias relacionadas al uso de
drogas. Hipothalamo, la región que integra las
funciones cerebrales con las necesidades fisiológicas del organismo. Así que
tiene un papel crucial en individuos con dependencia física de la droga. Regiones frontales. de la corteza
cerebral, proveen un control ejecutivo sobre las opciones hechas en el
ambiente, como lo es la búsqueda de la recompensa. Locus coeruleus, regula el estado de
ánimo del individuo, el sitio primario de neuronas noradrenergicas. Dorsal raphe, el sitio primario de
neuronas serotoninicas, también controla el estado de ánimo y de activación del
organismo (Información obtenida del website de Nestler Laboratory).
El cerebro tiene sistemas para mantener la
homeostasis del cerebro, por lo tanto si se añaden neurotransmisores o
agonistas por medio de drogas durante un uso prolongado se pueden inducir
cambios estructurales en el cerebro como son los cambios en la cantidad de
receptores y el aumento en la tolerancia. Como la heroína resulta en un aumento
de los niveles de heroína su uso a largo plazo disminuye la presencia de
receptores. Como resultado, el impacto de dopamina en el cerebro será más
limitado ya que las cantidades de dopamina de los estímulos naturales no serán
reconocidas tan fácilmente. Esto lleva al usuario a utilizar cada vez mas
drogas para alcanzar la euforia deseada ya que su habilidad para sentir placer
será limitada, esto se le conoce como tolerancia.
El cerebro tiene tres receptores
principales de opiáceos, receptores mu, delta y kappa. Los
mu tienen como ligando endógeno las endomorfinas y endorfinas. Tienen funciones
como analgesia, recompensa, depresión cardiovascular y respiratoria,
antitusivos, vomitar y integración sensomotora. Los delta tienen como ligando endógeno las
enquefalinas y endorfinas. Tienen como función la analgesia, recompensa,
funciones cognitivas, olfato y la integración motora. Por ultimo, los kappa tienen como ligando
endógeno las dinorfinas. Tienen funciones neuroendocrinas, balance de agua, el
comer, control de temperatura, disforia y analgesia. En las siguientes fotos podemos observar
auto radiogramas de la localización de los diferentes receptores.
La cantidad de receptores no es lo único
que puede cambiar en el cerebro. Si tomamos por ejemplo el glutamato, cuando se
altera la concentración optima de glutamato por el uso de drogas, el cerebro
compensa este cambio reduciendo la capacidad cognitiva. También, el cerebro
puede crear un aprendizaje por acondicionamiento. Por ejemplo, si un usuario de
droga solamente utilizaba heroína en un hospitalillo en específico cuando
vuelva a visitarlo le va a surgir ganas de volver a utilizar la droga aun
cuando ya han pasado varios años sin usar la droga. Son estos acondicionamientos
parte de porque surgen las recaídas de los usuarios. Creando lo que se llama el
uso de droga impulsivo.
Otro cambio que se ha observado, según un estudio realizado por Andre Schmidt, es
que el uso de heroína puede causar daños en la corteza pre frontal,
específicamente en el gyrus inferior frontal (IFG). También observo que la
activación del IFG, por medio de imágenes de resonancia magnetica, ha
contribuido a que la persona niegue el uso de heroína, mientras que en los
usuarios de heroína no se observo la activación del IFG.
En fin, lo que podemos ver es que el
cerebro tiene diferentes mecanismos para mantener su homeostasis, pero al fin y
al cabo estos mismos cambios favorecen más a desarrollar adicción por la droga.
Aunque el cerebro tenga esos mecanismos de “defensa” el abuso de las drogas a
largo plazo como quiera van a comprometer la salud del cerebro.
Referencia:
- Schmidt, A., Mcguire, P., Walter, M., Borgwardt, S., Rubia, K., Lang, U. E., et al. (2013). Inferior Frontal Cortex Modulation with an Acute Dose of Heroin During Cognitive Control. Neuropsychopharmacology, 38(11), 2231-2239.
- Nestler Laboratory, Brain Reward Pathways, Icahn School of Medicine at Mount Sinai website. Accesado el 30 de noviembre de 2014. Link: http://neuroscience.mssm.edu/nestler/brainRewardpathways.html
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