Monday, December 1, 2014

Cambios en el cerebro por el abuso de heroina

Las drogas de abuso atacan el sistema de recompensa o de gratificación del cerebro aumentando los niveles de dopamina. Cuando estas áreas son sobre estimuladas, en especial la área del sistema de recompensa, se producen los efectos de euforia y de placer que buscan las personas que abusan de drogas y les enseña a repetir este comportamiento.

Uno de los circuitos de recompensa mas importante en la relación con la adicción a drogas es el sistema dopaminico mesolímbico (circuito VTA-NAc). En condiciones normales este circuito controla la activación del sistema de recompensa para comportamientos naturales como el comer, interacciones sociales y el sexo. Además, este circuito activa estructuras del cerebro que controlan la memoria, para que esta actividad se pueda repetir en un futuro. Muchas veces este sistema es el responsable de que personas busquen repetidamente la recompensa obtenida mediante el uso de la droga.



Este sistema de recompensa es parte de un circuito que envuelve otras regiones del cerebro. Estas regiones son las siguientes: Ventral tegmental area (VTA), centro de neuronas dopaminicas que le dicen al organismo si un estimulo es gratificante o aversivo. Nucleus accumbens (NAc), el objetivo principal de las neuronas dopaminicas del VTA. Esta estructura media los efectos de recompensa de tanto los estímulos naturales como las drogas de abuso. Amygdala, forman parte de los centros de memoria y son importantes para las formas de aprendizaje condicionadas. También interactúa con el circuito de recompensa para determinar y recordar el valor gratificante o aversivo del estimulo. Hippocampo, es importante para la memoria declarativa. Por lo tanto, establece memorias relacionadas al uso de drogas. Hipothalamo, la región que integra las funciones cerebrales con las necesidades fisiológicas del organismo. Así que tiene un papel crucial en individuos con dependencia física de la droga. Regiones frontales. de la corteza cerebral, proveen un control ejecutivo sobre las opciones hechas en el ambiente, como lo es la búsqueda de la recompensa. Locus coeruleus, regula el estado de ánimo del individuo, el sitio primario de neuronas noradrenergicas. Dorsal raphe, el sitio primario de neuronas serotoninicas, también controla el estado de ánimo y de activación del organismo (Información obtenida del website de Nestler Laboratory).

El cerebro tiene sistemas para mantener la homeostasis del cerebro, por lo tanto si se añaden neurotransmisores o agonistas por medio de drogas durante un uso prolongado se pueden inducir cambios estructurales en el cerebro como son los cambios en la cantidad de receptores y el aumento en la tolerancia. Como la heroína resulta en un aumento de los niveles de heroína su uso a largo plazo disminuye la presencia de receptores. Como resultado, el impacto de dopamina en el cerebro será más limitado ya que las cantidades de dopamina de los estímulos naturales no serán reconocidas tan fácilmente. Esto lleva al usuario a utilizar cada vez mas drogas para alcanzar la euforia deseada ya que su habilidad para sentir placer será limitada, esto se le conoce como tolerancia.



El cerebro tiene tres receptores principales de opiáceos, receptores mu, delta y kappa. Los mu tienen como ligando endógeno las endomorfinas y endorfinas. Tienen funciones como analgesia, recompensa, depresión cardiovascular y respiratoria, antitusivos, vomitar y integración sensomotora. Los delta tienen como ligando endógeno las enquefalinas y endorfinas. Tienen como función la analgesia, recompensa, funciones cognitivas, olfato y la integración motora. Por ultimo, los kappa tienen como ligando endógeno las dinorfinas. Tienen funciones neuroendocrinas, balance de agua, el comer, control de temperatura, disforia y analgesia. En las siguientes fotos podemos observar auto radiogramas de la localización de los diferentes receptores.





La cantidad de receptores no es lo único que puede cambiar en el cerebro. Si tomamos por ejemplo el glutamato, cuando se altera la concentración optima de glutamato por el uso de drogas, el cerebro compensa este cambio reduciendo la capacidad cognitiva. También, el cerebro puede crear un aprendizaje por acondicionamiento. Por ejemplo, si un usuario de droga solamente utilizaba heroína en un hospitalillo en específico cuando vuelva a visitarlo le va a surgir ganas de volver a utilizar la droga aun cuando ya han pasado varios años sin usar la droga. Son estos acondicionamientos parte de porque surgen las recaídas de los usuarios. Creando lo que se llama el uso de droga impulsivo.

Otro cambio que se ha observado, según un estudio realizado por Andre Schmidt,  es que el uso de heroína puede causar daños en la corteza pre frontal, específicamente en el gyrus inferior frontal (IFG). También observo que la activación del IFG, por medio de imágenes de resonancia magnetica, ha contribuido a que la persona niegue el uso de heroína, mientras que en los usuarios de heroína no se observo la activación del IFG.

En fin, lo que podemos ver es que el cerebro tiene diferentes mecanismos para mantener su homeostasis, pero al fin y al cabo estos mismos cambios favorecen más a desarrollar adicción por la droga. Aunque el cerebro tenga esos mecanismos de “defensa” el abuso de las drogas a largo plazo como quiera van a comprometer la salud del cerebro.

Referencia:
  • Schmidt, A., Mcguire, P., Walter, M., Borgwardt, S., Rubia, K., Lang, U. E., et al. (2013). Inferior Frontal Cortex Modulation with an Acute Dose of Heroin During Cognitive Control. Neuropsychopharmacology, 38(11), 2231-2239.
  • Nestler Laboratory, Brain Reward Pathways, Icahn School of Medicine at Mount Sinai website. Accesado el 30 de noviembre de 2014.  Link: http://neuroscience.mssm.edu/nestler/brainRewardpathways.html

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